VICTORA DE FABIO ARU
No por esperado, el guión de la ascensión a Plan di Montecampione dejó de decepcionar: ante una jornada monopuerto, escapada consentida y controlada, con los movimientos de los favoritos, tímidos, reservados para los cuatro kilómetros finales. La victoria se la llevó Fabio Aru a base de insistencia, y el líder, Rigoberto Urán, amplió su ventaja respecto a todos sus rivales menos con el ganador, 52 segundos de pérdida, y Nairo Quintana, con el que cedió 24. Así se cerró la segunda semana de un, hasta ahora, vulgar Giro.
Y se le puede definir de vulgar porque de momento las diferencias se han producido más por fallos que por aciertos, por la escasa batalla entre los protagonistas. En la subida a Montecampione, los intentos de Urán y Quintana fueron balas de fogueo. Uno corre con la calculadora, ya que dispone de un considerable colchón de tiempo, y el otro no termina de encontrar ese punto dominante en la montaña, porque los golpes y la enfermedad le han pasado factura. Sin embargo, Evans, Majka, Pozzovivo y Kelderman no aguantaron el ritmo de los dos colombianos.
Con 23 años, el italiano del Astana se anotó su primer triunfo en una grande y se convirtió en el primer ciclista procedente de Cerdeña en vencer en la Corsa Rosa. Segundo en el Girobio de 2012, en 2013 se destapó como un excelente gregario de Nibali en el victorioso Giro del Tiburón. En esta edición ha confirmado sus buenas maneras de escalador y se ha convertido en un serio aspirante al podio de Trieste. La temida tercera semana decidirá hasta dónde llegan los aspirantes. Ahí sólo valdrá emplear artillería pesada.
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